La Capilla del Niño de Isinche tiene mucha historia. La hacienda de Isinche Grande, en donde està ubicada la Capilla, fue propiedad del ex- Presidente Leonidas Plaza Gutièrrez y construyò su casona en la parte alta. Por muchos años, fue tambièn de la familia Calero. En los ùltimos tiempos, fue propiedad de Bolìvar Leòn Lara y Teresita Ramìrez Rivadeneira, ya fallecidos, ahora de sus siete hijos herederos. Una hacienda, que hizo, hace y puede hacer mucha historia, porque allì està su principal atractivo: el divino Niño de Isinche.
Te pedimos, humildemente, extiendas tu mano y salves al Ecuador y a nuestro mundo de esta pandemia que nos asola.
Protege los campos que dan frutos a nuestros hijos y nietos.
Bendice nuestros alimentos y el pan de todos los dìas. Salud para todos los pobladores que trabajan en la Ciudad de Pujilí. Salud para todos los integrantes de la Asociaciòn 14 de Octubre, de Pujilenses Residentes en Quito.
Qué difícil narrar un milagro? Cómo será de hacerlo?, porque no me van a creer, pero, tengo el testimonio de la familia Tapia, de Pujilí. Era verano, de 2011, con nuestros estudiantes del Programa para Docentes de la UTE, en Pujilí, cuyas tutorías de tesis las hacíamos en agosto. Entramos, primero, a la Iglesia del Niño de Isinche, en la hacienda Isinche Grande, recorriendo los campos secos de Pujilí, porque no había lluvias y solamente existían las acequias con aguas de las montañas pero que, cada vez, tenían menor caudal. Nuestro pedido al Niño de Isinche era el que todos aspirábamos: que nos de agua del cielo para los sembríos. La jornada de tutorías se inició a las 9h00 y los estudiantes, a distancia, tenían el afán de graduarse los más pronto e ingresar al magisterio nacional, con el título Licenciados en Ciencias de la Educación. En las tutorías de tesis, les manifestamos a nuestros alumnos que sentíamos que ese día iba a llover, en Pujilí, para dar agua a los sembríos. Los estudiantes, nos manifestaron que en Pujilí no llueve y que sería, realmente, un milagro si aparece la lluvia, porque los canales de agua ya no abastecen a la zona agrícola. Luego del almuerzo, comenzó a cambiar el clima y se oscureció la ciudad, junto a las primeras gotas de lluvia que cayeron, a manera de llovizna y, muy pronto, la lluvia verdadera, que nos alegró y nuestro alumnos, dijeron: “es un milagro, han traído la lluvia”.
Divino niño del Isinche cuida y protégenos de todo mal
ResponderBorrarLa Capilla del Niño de Isinche tiene mucha historia. La hacienda de Isinche Grande, en donde està ubicada la Capilla, fue propiedad del ex- Presidente Leonidas Plaza Gutièrrez y construyò su casona en la parte alta. Por muchos años, fue tambièn de la familia Calero. En los ùltimos tiempos, fue propiedad de Bolìvar Leòn Lara y Teresita Ramìrez Rivadeneira, ya fallecidos, ahora de sus siete hijos herederos. Una hacienda, que hizo, hace y puede hacer mucha historia, porque allì està su principal atractivo: el divino Niño de Isinche.
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ResponderBorrarDivino niño de Isinche
Te pedimos,
humildemente,
extiendas tu mano
y salves al Ecuador
y a nuestro mundo
de esta pandemia
que nos asola.
Protege
los campos
que dan frutos
a nuestros hijos
y nietos.
Bendice
nuestros alimentos
y el pan de todos los dìas.
Salud para todos los pobladores
que trabajan en la Ciudad de Pujilí.
Salud para todos los integrantes
de la Asociaciòn 14 de Octubre,
de Pujilenses Residentes en Quito.
Luis Rivadeneira Jàtiva
Milagro de la lluvia en Pujilí
ResponderBorrarQué difícil narrar un milagro? Cómo será de hacerlo?, porque no me van a creer, pero, tengo el testimonio de la familia Tapia, de Pujilí.
Era verano, de 2011, con nuestros estudiantes del Programa para Docentes de la UTE, en Pujilí, cuyas tutorías de tesis las hacíamos en agosto.
Entramos, primero, a la Iglesia del Niño de Isinche, en la hacienda Isinche Grande, recorriendo los campos secos de Pujilí, porque no había lluvias y solamente existían las acequias con aguas de las montañas pero que, cada vez, tenían menor caudal. Nuestro pedido al Niño de Isinche era el que todos aspirábamos: que nos de agua del cielo para los sembríos.
La jornada de tutorías se inició a las 9h00 y los estudiantes, a distancia, tenían el afán de graduarse los más pronto e ingresar al magisterio nacional, con el título Licenciados en Ciencias de la Educación.
En las tutorías de tesis, les manifestamos a nuestros alumnos que sentíamos que ese día iba a llover, en Pujilí, para dar agua a los sembríos. Los estudiantes, nos manifestaron que en Pujilí no llueve y que sería, realmente, un milagro si aparece la lluvia, porque los canales de agua ya no abastecen a la zona agrícola.
Luego del almuerzo, comenzó a cambiar el clima y se oscureció la ciudad, junto a las primeras gotas de lluvia que cayeron, a manera de llovizna y, muy pronto, la lluvia verdadera, que nos alegró y nuestro alumnos, dijeron: “es un milagro, han traído la lluvia”.